Los cátodos son cables de cobre listo para usarse en baterías, autos eléctricos y tecnologías limpias
El proyecto cuprífero Los Azules en San Juan está avanzando en la producción de cátodos de cobre, que son láminas metálicas obtenidas mediante un proceso llamado hidrometalurgia. Este proceso incluye etapas como la lixiviación, la extracción por solventes y la electrodeposición. En palabras sencillas, se disuelve el cobre de la roca, se lo separa químicamente y luego se deposita en forma de cobre metálico sobre placas. El resultado final es cobre refinado, listo para usarse en cables, baterías, autos eléctricos y otras tecnologías limpias.
Este avance en la industria del cobre en San Juan abre la posibilidad de que la provincia pase de exportar concentrados de cobre a producir cobre refinado directamente. Esto significaría mayor rentabilidad, más empleo local y una cadena de valor más sólida.

Recientemente, la empresa que opera el proyecto, McEwen Copper, logró validar este proceso en laboratorio y produjo cátodos de cobre en forma de láminas de 67 gramos, con 2 mm de espesor y excelente adherencia, en solo seis días de pruebas usando rocas del yacimiento calingastino.
Además, el proceso hidrometalúrgico tiene beneficios para el medio ambiente, como menor consumo de energía, reducción de emisiones y la posibilidad de operar con energía 100% renovable. Esto es algo que planean implementar en Los Azules durante la etapa de procesamiento del mineral.
Con recursos estimados en más de 37.000 millones de libras de cobre y una vida útil proyectada de 27 años, Los Azules no solo es uno de los proyectos más prometedores de la provincia, sino también un ejemplo de minería sustentable. La empresa tiene como objetivo alcanzar la neutralidad de carbono para 2038, reducir el uso de agua y cumplir con estándares internacionales de cuidado ambiental.