San Juan encara una estrategia para combinar la energía solar y la industria minera. La provincia de cuyo es la que tiene mayor capacidad instalada de parques solares y además tiene varios proyectos en explotación.
Lucas Estrada, presidente del Ente Provincial de Energía (EPSE), detalló los principales desafíos que enfrenta el Plan Integral Energético y las soluciones que ya se proyectan para responder al crecimiento de la demanda de energías limpias y su límite por la falta de almacenamiento.
El plan, concebido como un instrumento estratégico de largo plazo, tiene como meta garantizar el suministro eléctrico a los futuros emprendimientos mineros y, al mismo tiempo, fortalecer la calidad de vida de los sanjuaninos. “Pensamos en un San Juan que crece, donde el consumo energético por habitante se eleva con el bienestar de la población”, subrayó Estrada.
Uno de los pilares de la estrategia es consolidar a San Juan como productor solar, pero con un salto cualitativo: el desarrollo de sistemas de almacenamiento a gran escala. “La generación renovable no alcanza si no tenemos capacidad para acumular y distribuir energía en los momentos de mayor demanda”, advirtió.
Los beneficiarios directos, como las empresas mineras, tienen voluntad de invertir, pero hace falta un marco legal que brinde previsibilidad y coordine esas iniciativas
En la actualidad, la provincia mantiene conexiones eléctricas con Mendoza en 500 Kv, 220 Kv y 132 Kv, pero el crecimiento proyectado exige una mayor integración al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Nuevos enlaces con La Rioja y una ampliación del vínculo con Mendoza son opciones en estudio para aliviar la saturación de la red y facilitar el transporte de energía hacia los centros de consumo o los proyectos extractivos.
Dentro del conjunto de obras prioritarias, Estrada mencionó tres iniciativas centrales: la Estación Transformadora Rodeo (500 Kv), estimada entre 50 y 70 millones de dólares; una nueva conexión con La Rioja, que podría superar los 300 millones; y la Estación Transformadora Calingasta (500 Kv), pensada para alimentar proyectos mineros como Altar, Pachón y Los Azules. En paralelo, se prevé escalar la actual línea de 132 Kv a 500 Kv para vincular Rodeo con Calingasta.
Con inversiones que ya exceden la capacidad pública, la articulación con el sector privado se vuelve indispensable. “Los beneficiarios directos, como las empresas mineras, tienen voluntad de invertir, pero hace falta un marco legal que brinde previsibilidad y coordine esas iniciativas”, concluyó Estrada.
