El impacto a corto plazo representa US$37.000 millones para la economía argentina
En plena Puna salteña, a 3.500 metros de altura, la mina Lindero reveló un descubrimiento que podría marcar un antes y un después para la minería argentina: 11 millones de onzas de oro, valuadas en alrededor de US$37.000 millones al precio actual de US$3.319,70 por onza. Lo que comenzó como una exploración orientada al cobre terminó por destapar uno de los yacimientos auríferos más importantes de la región.
Operada por Mansfield Minera S.A., subsidiaria de Fortuna Silver Mines, Lindero inició su producción en 2020 como la primera mina de oro a cielo abierto en Salta, tras una inversión inicial de US$440 millones. Hoy, las reservas probadas y probables ascienden a 84,2 millones de toneladas de mineral con una ley promedio de 0,63 gramos de oro por tonelada, cifras que la ubican entre los proyectos más prometedores de Sudamérica.
El hallazgo es resultado de décadas de exploración en la zona y de la aplicación de tecnología de lixiviación en pilas, que permitió optimizar la extracción. Solo en 2022 produjo 118.418 onzas de oro, y en el tercer trimestre de 2024 alcanzó 24.345 onzas, un 6% más que el período anterior, impulsada por una mayor ley de mineral y mejoras en el procesamiento.

Un impacto económico de gran escala
Con proyecciones que anticipan un precio del oro cercano a US$5.000 por onza en los próximos años, el valor potencial del yacimiento podría superar los US$55.000 millones. En el corto plazo, los ingresos estimados de US$37.000 millones representarían un fuerte impulso para la economía argentina, en un momento de alta demanda de divisas.
Con una vida útil estimada de 13 años, Lindero no solo potenciará las exportaciones —que en 2024 sumaron US$4.700 millones—, sino que también generará regalías para Salta y cientos de empleos directos e indirectos en una región históricamente postergada.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros proyecta que la minería podría triplicar sus exportaciones hasta alcanzar los US$12.000 millones en 2032, con Lindero como uno de los motores junto a grandes desarrollos de cobre y litio en San Juan, Catamarca y Jujuy.
Un recurso estratégico
Más allá de su valor monetario, el oro es clave por sus propiedades: alta conductividad eléctrica y resistencia a la corrosión, cualidades que lo hacen indispensable en la fabricación de componentes electrónicos, paneles solares y baterías de alto rendimiento.
Desafíos a la vista
El entorno de alta montaña implica complejidad logística, y los costos operativos del sector minero en Argentina aumentaron un 3% en dólares durante 2024, factores que podrían impactar en la rentabilidad. Aun así, el potencial de Lindero la convierte en una pieza estratégica dentro del mapa global de minerales críticos.