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El innovador modelo chileno para reutilizar aguas servidas en la minería ¿podrá usarlo Argentina?

Chile es uno de los países de América del Sur que enfrenta una profunda crisis hídrica y el país atraviesa por la necesidad de buscar soluciones para dar respuesta a una creciente demanda, ante la falta de reservorios.

En la búsqueda de soluciones que mejoren la gobernanza del agua, en minería se licitó el tratamiento del agua servida para usarlo en esta actividad prescindiendo de la continental.

La Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios S.A. (Econssa) fue seleccionada para gestionar el reúso de aguas servidas para la minera Glencore, dando inicio a la fase de ingeniería y construcción que está prevista para este año.

Este proyecto, que une a Glencore —a través de sus operaciones Lomas Bayas y el Complejo Metalúrgico Altonorte— con Econssa Chile S.A., una empresa pública responsable de garantizar servicios de agua potable y saneamiento, representa un modelo pionero de circularidad hídrica. Gracias a esta iniciativa, la minera podrá operar sin depender de agua continental ni de plantas desalinizadoras, convirtiéndose en la primera en el mundo en usar exclusivamente aguas residuales tratadas para sus procesos industriales.

Ingeniería sustentable

La inversión total alcanza los US$300 millones, con una participación significativa de Glencore, demostrando su compromiso a largo plazo con la sustentabilidad y la eficiencia socioambiental. La construcción de la planta modular de tratamiento, que tendrá una capacidad final de 900 litros por segundo —la más grande de Latinoamérica—, se ubicará en el sector Nudo Uribe de Antofagasta y su puesta en marcha está prevista para 2025, tras completar la fase de ingeniería de detalles.

Este proyecto permitirá reutilizar aguas residuales provenientes del consumo humano para los procesos industriales, ayudando a reducir el uso de agua continental y desalinizada, y promoviendo una gestión más responsable de los recursos hídricos.

Pablo Carvallo, Gerente General de Compañía Minera Lomas Bayas, señaló: “En Glencore creemos firmemente que la reutilización del agua es clave para una minería más sostenible, que trae beneficios ambientales, económicos y sociales. Con esta estrategia, transformamos un recurso que antes se vertía al mar en un insumo valioso, ayudando a aliviar la presión hídrica en Antofagasta, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y promoviendo un desarrollo responsable para la industria y las comunidades locales”.

Este proyecto responde a un desafío urgente: Chile enfrenta una brecha hídrica estimada en 140 m³/s para 2030 y un aumento del estrés hídrico hacia 2040, según el Instituto de Recursos Mundiales y la Política Nacional de Recursos Hídricos. Frente a este escenario, la iniciativa propone una solución innovadora que optimiza el uso del agua en todas las etapas del proceso productivo, minimizando la dependencia de recursos hídricos continentales y reduciendo la descarga de aguas tratadas al mar.

El reto de la crisis hídrica

El modelo se alinea con las Estrategias Regionales de Antofagasta y con la visión de Glencore de promover ciudades y comunidades sustentables, fomentar el empleo local y fortalecer un polo de conocimiento con proyección global. La colaboración público-privada entre Glencore y Econssa refuerza la integración regional, aumenta la participación en valor en la minería y promueve la contratación local.

Álvaro Arroyo, Gerente General de Econssa Chile, recalcó “Este contrato nos permite implementar un proyecto de reúso de aguas servidas en Antofagasta, beneficiando a múltiples clientes, incluyendo a Glencore. Es un ejemplo claro de economía circular que impulsa la sustentabilidad en el norte de Chile y posiciona a la región como un referente en gestión hídrica responsable”.

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