Lo hace a través del laboratorio de Nanotecnología Aplicada. Ya trabajan con Chile y buscan alearse con científicos de Mendoza
La Universidad Nacional de San Juan creó el Programa de Nanotecnología Aplicada a la Industria Minera, convirtiéndose en la primera del país en contar con uno de este tipo. Este logro fue posible gracias a los avances que ya habían alcanzado los investigadores que forman parte del equipo, compuesto por ingenieros en minas y químicos que desde 2018 trabajan en buscar soluciones innovadoras para la minería, modificando y explorando el uso de materiales a escalas nanométricas.
Gracias a sus descubrimientos, estos investigadores se han convertido en pioneros en el área, colaborando con universidades de varias provincias, Chile y empresas mineras. La nanotecnología, que en el mundo tiene unos 40 años y está en auge, es una ciencia que permite modificar materiales en una escala de uno a cien micrones, incluso a nivel atómico o molecular. Esto les da la posibilidad de aprovechar propiedades únicas de los materiales, como hacer que metales magnéticos se comporten de manera diferente o aumentar la dureza de otros, abriendo muchas oportunidades para la industria.

En San Juan, la investigación en nanotecnología comenzó hace ocho años en el Instituto de Investigaciones Mineras, que seguirá siendo el hogar del programa. Ariel Maratta, director del programa y becario del Conicet, explica que esta ciencia ha sido fundamental para avances tecnológicos en teléfonos y supercomputadoras, y que su aplicación en minería puede ser muy disruptiva. Además, al ser una ciencia transversal, permite la participación de profesionales de distintas disciplinas, como es el caso de Maratta, ingeniero químico.
El equipo ya ha obtenido buenos resultados, publicando sus avances en revistas científicas internacionales y recibiendo premios por sus desarrollos en nanotecnología, que también forman parte de tesis con aplicación industrial en minería. Actualmente, el programa cuenta con seis investigadores, con posibilidades de sumar más, y mantiene convenios con instituciones como la Universidad Católica de Chile y profesionales interesados de Mendoza.
Uno de los proyectos destacados es el desarrollo de un proceso de remediación de efluentes mineros mediante magnetoforesis con nanopartículas magnéticas funcionalizadas. Este método permite extraer metales de los desechos mineros usando imanes, y las nanopartículas pueden reutilizarse muchas veces, lo que reduce costos y aumenta la eficiencia. Aunque todavía está en etapa inicial, ya han probado que funciona en laboratorio y planean escalarlo en colaboración con una empresa minera del NOA.
Otro proyecto importante es la mejora en la extracción de cobre, donde se desarrollan nanopartículas con una “coraza” que las protege en medios muy ácidos. La idea es que estas partículas actúen como imanes para atraer el cobre, simplificando el proceso y reduciendo el uso de agua y reactivos químicos, además de poder reutilizarse. Este trabajo también se realiza en colaboración con una universidad chilena.