En la Patagonia se concentra la gran mayoría de las iniciativas para la exploración de uranio. Este mineral es clave para la generación de energía nuclear, como las que producen las centrales Atucha I, II y Embalse necesitan importar el mineral.
El uranio, junto con el cobre y el litio, es uno de los minerales clave en Argentina. Si bien tuvo sus años dorados ente la década del 50 y el 90, hoy las centrales Atucha I y II requieren de uranio importado.
De ahí que en diciembre de 2024, el presidente Javier Milei presentó el Plan Nuclear Argentino, que contempla la construcción de un reactor modular pequeño (SMR) en la Central Nuclear Atucha y, en una segunda etapa, el desarrollo de las reservas de uranio para cubrir la demanda interna y convertir al país en exportador de combustibles nucleares de alto valor.
Según la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Argentina cuenta con unos 33.780 toneladas de uranio en recursos identificados y recuperables a un costo de aproximadamente US$ 130 por kilogramo, suficientes para abastecer la demanda actual durante unos 150 años. Sin embargo, actualmente el país importa unas 220 toneladas de uranio al año para sus centrales nucleares (Atucha I, Atucha II y Embalse).
La Secretaría de Minería, dependiente del Ministerio de Economía, reporta 14 proyectos de uranio en la región patagónica. En Neuquén, hay actividades de prospección en curso. Río Negro destaca por proyectos como Amarillo Grande (que está en evaluación económica preliminar), Catriel U ISL (exploración inicial), y Kaia y Lucho U (prospectiva). En Santa Cruz, el proyecto Meseta Sirven U se encuentra en etapa de exploración inicial.
Chubut lidera con los yacimientos más prometedores, siendo Cerro Solo el mayor del país, con potencial para abastecer las centrales nucleares argentinas y generar excedentes para exportar. En esta provincia, los proyectos están en diferentes etapas: exploración avanzada (Laguna Salada, Cerro Solo, Laguna Colorada, Meseta Central), evaluación económica preliminar (Laguna Salada), exploración inicial (Arroyo Perdido) y prospección (Hope, Lago Seco, Sierra Cuadrada).
El gobernador Ignacio Torres impulsa la explotación del uranio en Chubut para diversificar la economía local y crear empleo en la meseta central, una zona que enfrenta desafíos económicos. Además, solicitó a la CNEA la reversión de propiedades mineras para facilitar estos desarrollos. Por su parte, Carlos Lorenzo, presidente de la Federación Empresaria del Chubut, afirmó que la provincia tiene reservas comparables a las de Kazajistán, defendiendo el potencial económico del uranio frente a críticas sobre restricciones.
Empresas como Blue Sky Uranium Corp. (Canadá) y UrAmérica Ltd. (Reino Unido) lideran actualmente la exploración en Chubut, y se espera que más compañías se sumen en la segunda mitad de 2025.
Los proyectos de uranio en Argentina avanzan por distintas etapas:
- Prospección: identifica áreas con potencial mineral mediante actividades poco invasivas (6 proyectos en esta fase).
- Exploración inicial: define las características geológicas del depósito, pero sin datos suficientes para evaluar su viabilidad económica (3 proyectos).
- Exploración avanzada
