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Uspallata pidió por su futuro y el de sus hijos; otros cayeron solo para pelear por tener una dieta de legislador

Uspallata pudo expresarse y los que no son de Uspallata ni les interesa su futuro, también. Algunos, inclusive, esquivaron la posibilidad de hablar en un ambiente neutral y mirando a los ojos a los vecinos. Pero la conclusión esta al alcance de todos con solo mirar cómo se desarrollo la audiencia.

Gabriel Conte

Por Gabriel Conte

Los jesuitas descubrieron y comenzaron a explotar la minería en Uspallata en el siglo XVII, estableciendo un complejo minero compuesto por yacimientos de plata, plomo y zinc ubicadas en la zona de Paramillos. Fueron explotadas por los religiosos primero y luego por los españoles tras la expulsión de la orden, y posteriormente por inversores ingleses.

Es decir, que cuando la política llegó allí con sus alardeos y palabras difíciles, la minería ya había pasado por el lugar y sus habitantes más antiguos lo saben, más allá de que hasta se halla forzado la radicación de militantes que hablan con otros acentos y hasta más rápido que los autóctonos, con objetivos políticos, pero además con una tozudez religiosa, sin interesarles la opinión de los otros.

Esto último se ha podido verificar en los dos días de Audiencia Pública por el Proyecto San Jorge (PSJ Cobre Mendocino).

Con solo repasar los videos de la transmisión en vivo, y barriendo la hojarasca de discursos interesados en otras cosas, los que no estuvimos allí podemos ver que es la población local de este punto emblemático de Las Heras la que pide que vuelva la minería.

Rondándoles, se comprueba la existencia de un verdadero “circo ambulante”. Por pelear por una banca y su correspondiente dieta de legislador, un abanico de malabaristas de las palabras jugó a ser “justicieros” y, en realidad, lo que montó, fue una movida en contra de los vecinos que sí clamaron por que se instauren nuevas actividades en la cordillera que les permita tener un futuro a sus hijos y nietos.

Inclusive se organizó un acto paralelo, al que llamaron pomposamente como “la contra-audiencia”, sin el rigor ni las garantías de la oficialmente instalada. Algunos de los que se habían anotado para hablar en contra del proyecto y que solamente tenían un libreto partidario y político, después ni se presentaron, rendidos -muy probablemente- ante la evidencia de sus otras intenciones habían quedado expuestas por el propio peso de la verdad en su tarea en contra de lo que simula serlo, sin cuajar en ello.

Hubo muchos que hablaron, pero también gente que escuchó y, precisamente en esto último, radical el gran valor. Los empresarios, los funcionarios del área, muchos dirigentes locales y de diversos puntos pudieron llevarse de primera mano la palabra del uspallatino que vale más que el oro. Más que el cobre. Ese que, de extraerse, les dará a ellos y a toda Mendoza, una realidad menos llorona y más posibilidades de formarse, tener trabajo y no tener que mendigar ayudas por aferrarse a una mitología pre-armada que mete miedo, amenaza con violencia y promete horrores solo porque pase, en este punto de los Andes, ni más ni menos que lo mismo que en muchos otros, en sana convivencia con todas las demás actividades, incluyendo la agricultura.

*Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel. Director de memo.com.ar.

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